Las estadísticas son pavorosas, los números no mienten. Cinco mil muertes violentas al año nadamás en México, deberían de ponernos a pensar y a actuar en serio. Parece que nadie se ha enterado que ya tenemos cinco años dentro del siglo XXI, la violencia en contra de las mujeres en lugar de disminuir, va en aumento y lo peor, donde se supone que debería de estar mas segura es en donde innumerables veces está el agresor: dentro de su casa. La ley es extremadamente lenta y anodina cuando se trata de la violencia conyugal, siempre hay el pretexto de que "son problemas domésticos" o "líos de pareja", hasta que las situaciones llegan a ser irremediables para las mujeres, seguras víctimas. Las leyes sobre este particular deberían de ser legisladas por ellas.

Mientras en países fundamentalistas del Islam haya mujeres a las que se les niega el acceso a la educación, en países africanos se las ejecute a pedradas, en países asiáticos se vendan menores como mercancía sexual y en américa se disponga de ellas como si fueran mascotas, el Día Internacional de la Mujer tiene realmente muy poco que celebrar.