Desigualdad salarial injusta
En los países en desarrollo las mujeres no sólo ganan menos que los varones por trabajo igual. Hay escasa valoración de la labor femenina, hostigamiento sexual y trabas para que ese sector asuma cargos de decisión, señaló Susanna Florio, integrante de la dirigencia de la Confederazione Generale Italiana del Lavoro, quien expresó que en promedio las mujeres en la Unión Europea perciben alrededor de "15 por ciento" menos que los hombres.
En Latinoamérica la situación es aún peor, señaló Marta Heredia Figueroa, vicepresidenta de equidad y género de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), quien refirió que, en promedio, en la región las percepciones de las mujeres son 40 por ciento menores. Ello, dijo, especialmente en empresas en que no existen contratos colectivos de trabajo, y añadió que la situación es aún peor en los trabajos informales, sector donde llega a ser 70 por ciento menor.
Al participar en la sesión de clausura de segundo foro internacional Las Trabajadoras frente a los modelos de integración regionales y los procesos políticos nacionales, representantes sindicales de países de América Latina y Europa se pronunciaron por crear una red o alianza de agrupaciones gremiales y civiles que impulse cambios en el ámbito laboral que hagan más equitativo el panorama.
Estela Díaz, representante de la Central de Trabajadores de Argentina (CTA), expresó que es necesario "facilitar a las mujeres el ingreso al empleo, que se generen políticas públicas sobre responsabilidades familiares compartidas, de cuidado infantil y de erradicación de las violencia en el trabajo y, sobre todo, que se castigue el acoso sexual".
La también integrante de la Coordinadora de Centrales Sindicales del Cono Sur manifestó que, pese a que las mujeres tienen mayor presencia en el mercado laboral, aún sufren "condiciones muy desfavorables", y afirmó que ante dicho panorama las sindicalistas "tenemos que construir una verdadera fuerza social". Asimismo resaltó que la Plataforma Laboral de las Américas (elaborada por mujeres sindicalistas) es una "herramienta fundamental para avanzar en los derechos de las trabajadoras, pues propone un modelo de desarrollo alterno al neoliberalismo".
Leonor Aída Concha, de la Red Nacional Género y Economía, señaló que gobiernos como el de Vicente Fox no han contribuido a mejorar las condiciones generales de trabajo para las mujeres, pues avalan acuerdos internacionales, como el Tratado de Libre Comercio de América del Norte y el Acuerdo para la Seguridad y la Prosperidad de América del Norte, que son pactos que precarizan el trabajo.
Heredia Figueroa fustigó que a los candidatos a la Presidencia de la república "no les preocupen los temas de género, que son esenciales para evolucionar hacia una sociedad más justa y equitativa", y los exhortó a que "volteen a ver a las mujeres, sobre todo en el tema laboral". Agregó que actualmente a las mujeres de la UNT les "preocupa la injerencia abierta y descarada del gobierno en la autonomía sindical".
Finalmente, Florio hizo hincapié en que es urgente crear una red de organizaciones sindicales de mujeres para acabar con el escaso reconocimiento que tiene el trabajo femenino y que permita intercambiar información sobre lo que ocurre en la materia en cada una de las naciones participantes en el foro. "En Europa, el trabajo de una mujer no es reconocido como el de un hombre. Hay discriminación, no ganamos lo mismo y es difícil acceder a cargos de más responsabilidad. Además, nuestro trabajo no es considerado tan productivo como el de los varones".
(De un artículo de : Carolina Gómez Mena).
Michelle Bachelet Jeria.
En una historia parecida a la de Nelson Mandela en Sudáfrica, Michelle Bachelet Jeria, tomó posesión como presidenta de Chile, siendo la primera mujer que logra la más alta investidura del país andino.
De extracción socialista, Bachelet sufrió al igual que Mandela, de persecución, tortura, exilio y encarcelamiento durante la dictadura de Augusto Pinochet y de forma parecida a la de Mandela, resurgió desde el fondo de un pozo negro para ganar las elecciones de 2006, con la particularidad de que no fue postulada por los partidos oficialistas si no por gente ajena a ellos. Su padre, el general de la Fuerza Aérea Chilena, fue torturado y debido a eso murió de un infarto en prisión el 14 de marzo de 1974 por su respaldo al régimen socialista del presidente Salvador Allende. Con un tono simbólico evidente, Bachelet recupera para los socialistas el cargo por la vía democrática 32 años mas tarde y en el mismo mes de marzo.
"En este momento hay alguien que estaría muy orgulloso. Ese hombre es mi padre. Siento que de alguna manera inexplicable estoy cerca de él", expresó emocionada ante la ovación de sus seguidores.
Entre los invitados más importantes, estuvieron el presidente boliviano Evo Morales, el sudafricano Thabo Mbeki, el heredero del trono español Felipe de Borbón, la secretaria de Estado de E.E.U.U. Condoleezza Rice, el presidente venezolano Hugo Chávez y el mandatario brasileño Luiz Ignacio Lula da Silva.