Camille Claudel
Camille Claudel nació en Villeneuve-sur-Fére el 8 de diciembre de 1864. En 1881 la familia se traslada a vivir a París, al barrio de Montparnasse. Camille siente pasión por la escultura y se matricula en la Academia Colarossi, que estaba dirigida por el escultor Alfred Boucher. En 1882 Camille con tan sólo 18 años de edad, se independiza y alquila un apartamento junto a unas amigas inglesas, hecho absolutamente inaceptable para la época. La madre de Camille se opuso ferozmente a su vocación de escultora y de acuerdo a los hechos posteriores, nunca la perdonó. La joven solamente encontró apoyo y consuelo en su hermano Paul, quien se convertiría en un célebre escritor.
Camille conocería a Auguste Rodin en 1883 cuando el escultor, entonces con 43 años, visitó el taller donde ella, de 19, trabajaba. Este encuentro cambiaría para siempre la vida de la incipiente escultora. Rodin quedó impactado tanto por la belleza de Camille como por su talento, al ver sus esculturas descubrió a su alma gemela, alguien que como él transformaba poses clásicas en nuevas formas de gran vitalidad y fuerza. Muchos años después Camille acusaría a Rodin de robarle sus ideas.
Poco tiempo después, Camille Claudel trabajaba en el taller de Rodin a invitación expresa de él. Era la única mujer entre todos los alumnos quienes pronto se dieron cuenta de la atracción mutua entre el ya maduro escultor y su joven discípula. Juntos asistían a los encuentros artísticos y culturales más importantes de la época, la alumna había pasado a ser primero musa y luego amante del escultor. La obra de Camille, aunque cercana a la de Rodin, nunca fue copia. Existió una mezcla de colaboración y choque que les sirvió de acicate a los dos.
Quince años después a finales de 1898, harta de las críticas hacia su trabajo (los que lo veían siempre comentaban que “la mano” del maestro estaba presente, aun cuando Rodin siempre lo negó), harta de los celos artísticos y sentimentales, cansada de ser la sombra del maestro y peor aún la sombra de su mujer Rose Beuret, Camille rompe definitivamente con Auguste. Se establece por su cuenta y de este año precisamente es uno de sus mejores trabajos, el grupo escultórico “La Edad Madura”, una alegoría que consta de tres figuras, y muestra a un hombre que es llevado por una anciana, alejándolo de una mujer joven arrodillada e implorante, es evidente el sentimiento de abandono ante la separación de su amante. Pero más allá de su historia personal, Camille Claudel realiza una obra simbólica que invita a una meditación sobre las relaciones humanas. El grupo puede interpretarse como una alegoría del tiempo que conduce inexorablemente al hombre de la juventud perdida para siempre a la vejez anunciadora de la muerte.
En 1905, cuando empieza a tener delirios de persecución, casi no comía por temor a ser envenenada, realiza su última gran escultura: “El Abandono”, donde retomó el tema de Sakountala. Ese mismo año por desgracia, destruye gran parte de su obra a martillazos a causa de su incipiente demencia
El 3 de marzo de 1913 moría su padre, Louis-Prosper Claudel, la única persona de su familia en la que Camille encontró algo de comprensión aparte de su hermano, que por esta época estaba de diplomático en China. Y solamente siete días más tarde, su madre firmar los papeles para que fuera internada en el sanatorio Ville-Avrard, ya que de acuerdo a los médicos sufría trastornos mentales que la volvían un peligro
Camille vivió en la más extrema soledad ("Necesito ver a alguna persona que sea amiga"), ya que su madre solicitó que no se le permitiera recibir visitas ni mantener correspondencia. Así, en total abandono, con la mayor parte de su obra destruida por sus propias manos y olvidada por todos, murió en el sanatorio de Montdevergues (al que había sido trasladada en 1914) el 19 de octubre de 1943.
"No he hecho todo lo que he hecho para terminar mi vida engrosando el número de recluidos en un sanatorio, merecía algo más".
